El "Choro" dejó así de chicó al Boyacá (lacuarta.cl)

Emilio Hernández fue figura en el triunfo de la "U"

El "Choro" dejó así de chicó al Boyacá

El Chuncho se vengó de los colombianos y dio un paso gigante en su afán de avanzar a segunda fase de la Copa. "Choripán" Olivera y "Pipino" Cuevas convirtieron las otras pepas.



De seguro, los casi 45 mil chascones que llegaron al Nacional no olvidarán la noche de ayer ni aunque se fumen una tonelada de eso que florece en abril. Es que el Bulla mostró ante Boyacá Chicó lo mejor de su repertorio y, a diferencia de otras veces en nuestra historia deportiva internacional, lo ratificó con una boleta simbólica.
Sí, porque las tres pepas, selladas con el gol de Pipino Cuevas fue la misma dosis con que el Chicó los vacunó en la ida. Pero ahora el Chuncho quedó con mejor diferncia de gol en la tabla que los cafeteros.
En el pasto del Nacional, en todo caso, lo que menos hubo fue calculadora, porque el Bulla tuvo sed de gol casi todo el partido y una extrordinaria entrega a la hora del quite. Por eso no fue extraño que el Choro robara una pelota para Montillo, que fusiló al buen portero Velázquez, pero en el rebote Emilio marcó el primero.
La "U" siguió apretando por todos lados. Choripán Olivera, el Choro, Colocoho, todos fueron al frente. Pero Boyacá dejó atrás su esquema ratonil, lo que obligó a Markarián a hacer un cambio sobre la marcha: Pasó de la línea de cuatro inicial a jugar con línea de tres para aprovechar los espacios.
Eso confundió un rato a los azules, lo que casi aprovecha Miguel Caneo para estrellar una pelota frontal en el área, que casi amargó a la multitud.
Pero antes de cerrar la cortina del primer acto, Velásquez tuvo que volar dos veces seguidas para evitar la segunda diana chunchoide, que parecía caer en cualquier momento. Podría haber sido un chimbazo del Choro, o uno de los tiros libres de Melame Estrada, uno de los cuales dio en el vértice del arco. Pero el premio se lo llevó uno que había tirado toda la longa a la parrilla: El Juanma Olivera, al aprovechar el centro perfecto de Hernández. Quién más.
La visita esbozó algún tipo de reacción y por ahí probó las manos de Miguel Pinto, pero la última barrera de la "U" esta vez estuvo implacable como muralla oriental.
La victoria del Bulla era clara, parecía irremontable y los oles se multiplicaban en las galuchas. Pero estaba la sensación que el marcador era mezquino para lo mostrado por los "Pingüiboys".
Y de la manera más inesperada, cayó la justicia en Ñuñoa, cuando el reloj ya marcaba el "chao", porque el portero se mandó un condorazo y "Pipinón" Cuevas, al acecho, lo convirtió la fiesta en delirio azul.

MONTILLO ESTÁ MALDITO: OTRA VEZ LESIONADO

No faltó el desubicado que le cantó un rosario entero a Marakarián por cambiar a Walter Montillo en el entretiempo. Obvio, la "Ardilla" la dejó chiquitita en el primer tiempo, pero su pernil no daba para más y tuvo que salir por lesión.
"Hay que ser fuerte de cabeza en estos momentos", se lamentó el volante que ha bailado con la fea este año por los machucones. "Anímicamente esto te pega, porque venía haciendo las cosas bien, pero hay que seguir hacia adelante", agregó.
Sobre la mocha, se mostró happy "porque hicimos un partido redondo. Estos partidos nos dejan cosas importantes, hay que rescatar eso", cotorreó feliz por el triunfo.

OLIVERA: "FELIZ POR EL CARIÑO DEL HINCHA"

Juanma Olivera es sinónimo de cabecita de oro para los azules. De su testa han gritado un montón de goles y por eso lo ovacionaron al final del partido.
"La hinchada no es injusta. Muchas veces es fría, pero reconoce cuando uno hace las cosas bien y me voy contento por lo que me hicieron sentir cuando fui reemplazado", comentó el Choripán hambriento.
"Fue uno de nuestros mejores partidos, tuvimos opciones de hacer más goles incluso. Ahora viene Gremio, pero antes debemos concentrarnos en el torneo nacional para alcanzar a los punteros", remató.