Cuenca sufrió para ganar en casa pero la llave está abierta (prensafutbol.cl)

El equipo ecuatoriano dio vuelta un difícil partido y logró imponerse de local por 2-1 ante Caracas en una cancha absolutamente inundada por la lluvia. El pronóstico está totalmente abierto para el partido de vuelta a jugarse en la capital de Venezuela.



El partido se jugó en una cancha absolutamente impresentable, llena de posas de agua y barro a causa de la lluvia. Eso condicionó el encuentro, sin dudas, en un campo de juego que parecía de water polo.

Sólo iban tres minutos cuando Gabriel Cochero cabeceó sólo en el área tras un centro de José Manuel Rey y puso la primera cifra del partido para la visita, propiciando que dominaran las acciones en la primera etapa del encuentro.

No obstante, un error infantil del venezolano Rafael Castellín que golpeó con el codo al defensor Norberto Orrego los dejó a los 19 minutos con uno menos en la cancha.

Ya con la superioridad numérica fue el equipo ecuatoriano el que tomó el control de las acciones y comenzó a hilvanar las mejores jugadas, sin poder crear mayor peligro en el arco de los rivales que debieron hacer dos cambios en la primera etapa para poder mantenerse en la pelea, lo que consiguieron durante el primer tiempo.

Pero tanta fue la presión que impusieron los locales que en el segundo período que terminaron por romper el cerrojo defensivo de los visitantes que hasta el momento se llevaban un triunfo de oro hasta que Rodrigo Teixeira igualó por intermedio de un penal a los 57’ y luego a los 69 minutos el argentino Ismael Villalba puso en ventaja al Cuenca.

De ahí en adelante el portero de los venezolanos, Renny Vega, se convirtió en el gran héroe de la tarde y no permitió más goles en su vaya, dejando la llave totalmente abierta, principalmente porque consiguieron sumar un gol en calidad de forasteros, que podría ser decisivo en la vuelta.