Todo a la última ficha (lacuarta.cl)

El Bulla perdió ante Gremio, depende de otros resultados en la Copa y cierra una semana infartante ante Colo Colo

Todo a la última ficha
Don Marka tomó el riesgo y ahora sólo queda salvar la plata en el Clásico del domingo.



Sergio Markarián lo había avisado. Le pondría más color al partido del fin de semana ante el Colo que frente a Gremio. Pero entre los chascones del tablón, los resultados coperos del Bulla los hacían fumarse la mejor ilusión por hacer un doblete perfecto: Vengarse de los garotos y hundir más en el pantano a los albos.
Por algo, 50 mil hinchas hicieron temblar el Nacional ayer. Algo que ni inmutó a Gremio en todo caso, que sin el más mínimo asomo de tiritón de pera vacunó a la "U" y se sacó la espina por el empate épico de los azules en Brasil.
La estadística dice que al "Imortal" le bastaron tres llegadas y dos goles para anular a la "U", que por más que tuvo la pelota, optó por rifarla con centros desde los laterales que siempre guatearon.
Golpe en el poste del Pipino, pencazos de Marco Estrada, cabezazos de Rocky González, pero nada. El pórtico de Victor murió virgen. en cambio un cabezazo de Leo, que aprovechó el rebote en el larguero la media hora, y un contragolpe magistral de Maxi López bastó para que la visita hiciera la pega.
Pero esto recién comienza, señores, porque el hincha se fue con la sensación de que alguien debe pagar los platos rotos. Y eso debe ser el próximo domingo...

CUEVAS CASI LA HACE Y SALIÓ ENOJADO: NI "PIPINITO" REGALÓN LE DIO SUERTE A PAPI

Después del gol rebotado a Boyacá, con baile mapucheli incluido, Pipino tenía razones de sobra para entregarse a las cábalas. Y entonces ayer entró al Nacional con Enzo Rafael Cuevas, su heredero, que suponía le iba a agrandar el apellido al extremo.
Y estuvo cerca. En la veintiúnica pelota que tuvo con veneno, casi se calca la historia. Un zaguero del Gremio se pasteleó al salir y el rebote se disparó al arco, pero dio en el palo.
Pero al rato Don Marka lo cambió y la vena lo llevó a agarrar a patadas la banca. "Me calenté conmigo mismo, porque perdimos, pero en ningún caso hubo molestia con el técnico porque me sacó", explicó más relajado Cuevas.

A PINTO LE GUSTÓ MÁS RECIBIR QUE DAR

Para qué estamos con cosas, si siempre el saludo entre los capitanes pasa más piola que rebaja de medicamento. Pero esta vez fue imposible que para las casi 50 mil almas presentes en Ñuñork se escapara un pequeño detallito: Mientras Gremio llegó con su respectivo presente, la "U" dejó a los brasucas con la mano estirada.
Tcheco, el jinetudo de los garotos, entregó como correspondía su banderín, pero cuando esperaba que Miguel Pinto se rajara de vuelta quedó pagando y con cara de ¡exijo una explicación! Cosas del fútbol chileno nomás.
Sobre el partido, el capitán bullanguero señaló que "nos liquidaron en jugadas puntuales, pero esperamos que en la definición del grupo podamos corregir los errores"